Sí, puede ser que tenga miedo. No, no es solo miedo a no estar ahí para cuidarte.
Quizá me da miedo pensar en el brillo de tus ojos viendo algo que no vas a ver conmigo.
(cómo me gustaría estar al lado tuyo cada vez que sonreís)
O tal vez es que me inquieta que descubras que podés ser mucho más feliz más allá de mis caderas.
Puede ser q me de miedo que, después, me mires con otros ojos. Que me quieras menos. Que no me veas tan distinta al resto.
Puede ser que me de miedo no poder atarte a mí, o encerrarte en una cajita de cristal en mi mesa de luz.
Pero supongo que lo que realmente me preocupa
es que aunque quisiera ser egoísta, aunque en el fondo de mi ser no quiero que te alejes ni un segundo de mi ala
no puedo.
No puedo atarte, no puedo ser egoísta con vos.
No puedo porque te amo libre.
No puedo amarte sin verte volar.
Me va a doler extrañarte, me va a doler pensarte
me van a doler las noches de invierno en la soledad de mi cama fría
Pero lo único en lo que puedo pensar es en tu felicidad.
Y eso me aterra, mi amor. Me aterra que sea tan real y sincero lo que siento.
(Me dolería que fueras feliz sin mi
Pero me destruiría que no fueras feliz por mi culpa.)
Sí, puede ser que tenga miedo. Que le tenga miedo a mi frágil corazón de porcelana. (que es tuyo, tan tuyo)