Y la vida pasa tan rápido, y a veces las horas que no alcanzan, y mis miedos que no me dejan moverme, y las profecías autocumplidas como decía Watzlawick; que no puedo ser esto, que siempre me pasa aquello. Que sólo sirvo para esto, que nunca podré ser esto.
Todas profecías autocumplidas, y mentiras, o no, pero todo es psicológico dicen. Y esta catarsis, y cientos de catarsis, o khatarsis, o la facultad que me empieza a comer la cabeza, o que prefiero comerme la cabeza para no pensar en vos, en nadie, en nada que me haga doler el pecho, sí, el pecho porque nuestra psiquis lo relaciona con el corazón y los sentimientos, no porque tenga problemas cardíacos. Pero psicológico o no, me duele el pecho, o me duelen los ojitos de ganas de llorar pero no lloro, porque ya no quiero llorar. Porque fui fría, después fui tibiecita, y ahora puedo hundir el Titanic. No quiero llorar, no puedo llorar. No me gusta llorar, porque no me gusta ser débil, sentirme débil. Así de sencillo, y tan tan complicado. Lloro con canciones, eso sí. Pero no con las canciones cursis, como antes, no. Lloro con esas canciones que te dejan moraleja, como "Llegaremos a tiempo". Quizá porque lo que más miedo me da es que disparen por fuera y me maten por dentro. Porque si me matan por dentro, lo pierdo todo, si lo mejor que tengo está ahí, adentro. Pero me cuesta que la gente lo vea, porque claro, carcaza. Falsa seguridad, requete falsa. Mis amigos saben cómo soy, mis verdaderos amigos (y se cuentan con los dedos, eh). Después hay muchos que conocen algo de mí, y les cae bien. Hay muchos, muchos, que se piensan que las saben todas y no me conocen ni un poquito (pasa siempre, supongo).
Y no sé por qué empecé a escribir, palabras, perras negras diría Cortázar. En estos momentos lo entendés cuando habla de perras negras, aparecen, te atrapan por la espalda, y estás escribiendo sin parar cuando solamente querías hacer una entrada cortita en tu blog, que es tu único momento del día en que te conectás con lo más lindo de vos misma, que es tu interior, que es tu literatura, que es la poesía que te arde en el pecho (sí, de nuevo en el pecho), y no te deja escapar. Poesía porque es un mensaje bastante poético,pero tengo claro que es prosa. Siempre tuve que escribir en prosa. No sé por qué .
Esas carcazas de mierda que nos ponemos... pero bueno, hay premio para los que ven más alla de ellas, como lo hay para vos que me ves tal como soy :)
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