sábado, 10 de diciembre de 2011

Mi luz

Es mentira. Es mentira que el tiempo lo cura todo.
Hay dolores a los que el tiempo sólo te acostumbra. Terminás tan acostumbrado a sentir ese dolor, que te parece que no lo sentís más.
Y entonces alguien dice algo, o pasa algo a tu lado, o ves algo en la tele, y es como si te volvieran a apuñalar ahí donde más te duele.
Podés llorar, pero eso no cambia las cosas. No importa, ya te vas a volver a acostumbrar al dolor, y ahí volvemos a empezar. Una y otra y otra vez.
Pero te extraño.




Me consuela, sin embargo, saber que cuando ella te dice 
"negro, no me dejes", es porque vos estás ahí su lado todo el tiempo, y, aunque nosotros no te escuchemos, le decís al 
oído, "no, negrita, nunca te voy a dejar". Y me consuela
 saber que cuando lloro porque no estás, y de pronto se 
me pasa y me pongo contenta de nuevo, es porque me acariciás 
la cabeza y reemplazás las "O" por "U" (como si me 
dijeras "cumpa"), y te reís de cuando era chiquita 
y no te quería dar besos (pensar que ahora que
 los necesito tanto no puedo dártelos). 
No me dejes a mí tampoco. No me dejes nunca.


Aunque no estén siguen siendo mi luz.

lunes, 5 de diciembre de 2011

El canto de los cronopios

Mejor les dejo un cuento que ojalá que les alegre el día como a mí:




"Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.

Cuando un cronopio canta, las esperanzas y los famas acuden a escucharlo aunque no comprenden mucho su arrebato y en general se muestran algo escandalizados. En medio del corro el cronopio levanta sus bracitos como si sostuviera el sol, como si el cielo fuera una bandeja y el sol la cabeza del Bautista, de modo que la canción del cronopio es Salomé desnuda danzando para los famas y las esperanzas que están ahí boquiabiertos y preguntándose si el señor cura, si las conveniencias. Pero como en el fondo son buenos (los famas son buenos y las esperanzas bobas), acaban aplaudiendo al cronopio, que se recobra sobresaltado, mira en torno y se pone también a aplaudir, pobrecito."
¿Por qué no escribiré las historias ni bien las pienso? Ahora no me las acuerdo

martes, 29 de noviembre de 2011

Dentro de exactamente un mes se va a cumplir un año.
Un año de mi último punto final,
de mis últimas lágrimas inmerecidas.
Un año de haber acorazado el corazón.
Un año de haber decidido que no tiene sentido
que no vale la pena llorar por amor.
Un año que no lloro por casi nada,
porque siempre las lágrimas más grandes
y las más largas
son las que vienen con el corazón.
Un año...
¿Qué pasará si no puedo volver a querer?

jueves, 24 de noviembre de 2011

lunes, 14 de noviembre de 2011

Lo triste del caso es que no puedo pensar en vos sin sentir algo de remordimiento. Si pudiera volver el tiempo atrás... (seguramente cometería los mismos errores otra vez)

sábado, 12 de noviembre de 2011

Si hay algo eterno en este mundo y que me llena el corazón, eso es el mar