miércoles, 13 de junio de 2012

Romance de Rosita y un niño

-Ayer conocí un niño-dijo Rosita, y el hada supo que iba a contarle una historia de amor.
-¿Un niño?
-Sí... conocí a un niño. Fue raro. Fue lindo.
-¿Qué fue lo raro, Rosita? -le preguntó Arcoíris y, mientras Rosita hablaba, la sala empezó a transformarse en un espacio en blanco y negro, como si fuera una vieja película.
-Lo raro fue que era un niño, como de otra época, encerrado en el cuerpo de un adulto. Parecía un adulto, tenía ojos de adulto, y pelo de adulto, y hasta el dedo meñique era de adulto. Pero era un niño. Seguía siendo un niño.
-Como vos -sentenció Arcoiris.
-Tal vez por eso me enamoré de él.
-Tal vez.
-Pero creo que fueron sus ojos.
-¿Qué tenían sus ojos?
-Tenían amor.
-¿Amor?
-Si hadita mía. Cuando me miró con sus ojos de niño-adulto, vi en ellos toda la inocencia de aquel niño, y toda la sabiduría de los años, pero sobre todo, vi que estaba tan lleno de amor para dar, tan lleno. Y supe que quería ese amor para mí.
-Entonces será tuyo.
-Ojalá, Arcoiris.
Y aquella hada que amaba crear arcoíris a su paso, supo que nadie merecía más amor que su Rosita, y que sólo podía dárselo un corazón niño.

1 comentario:

  1. qué lindo, che. me gustó. lo último sobre todo, te deja pensando.

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"Encuentro entre personas y por tanto, de subjetividades, las que se exploran, se invitan al diálogo -espacio de encuentro-y al final se pronuncian creándose mutuamente y así creando mundos completamente renovados". Ayudame con tu subjetividad a crear un mundo nuevo vos también (: