miércoles, 16 de marzo de 2011

una historia de (des)amor

Un día apareciste. No tenías nada especial, un muchachito más del montón. Al día siguiente ya quería sentarme al lado tuyo, ya tenía ganas de que me hablaras y ya me gustaba tu risa, y me gustaba la forma en la que me mirabas cuando hablaba de Perón. Para el último día ya nos llevábamos bien, ya cantábamos la marcha, y encontramos una excusa para pasarnos los mails. Típico.

Yo te agregué a facebook, es cierto. Pero vos empezaste con los cañonazos, me acuerdo bien. Me acuerdo porque me hacía la desentendida, pero me gustaba. Me gustaba que me hablaras cada vez que me conectaba, me gustaba las cosas que me decías. Me acuerdo que te mandé un mensaje para tu cumpleaños y que, para esos momentos, me contestabas los mensajes (lo que no me acuerdo es cómo conseguí tu celular, pero es que cuando estamos en etapa de chamuyo, excusas para eso se encuentran siempre). Recuerdo el día que te conté mi discusión con un milico y me dijiste "no vas a pasar por mi vida sin dejar una huella". Ja.

Me acuerdo del día en que me desmayé en un boliche, y cuando estaba volviendo a casa, medio moribunda, me llegó un mensaje tuyo. "Salís compa?". Me acuerdo que con las pocas fuerzas que me quedaban sonreí, y emití un lloriqueo, que mi amiga se asustó porque creyó que me sentía mal (de nuevo), pero que le dije que no, que estaba contenta porque me había llegado un mensaje tuyo, pero triste porque justo me llegaba el día en que tenía la presión por el piso. Que dije que eras divino, que me encantabas y todo eso.

Me acuerdo del cumpleaños de nuestro amigo común, capítulo aparte para él en esta historia. No lo metamos por ahora, no tiene sentido. Me acuerdo que te pregunté si ibas, y cuando me dijiste que sí, estábamos los dos contentos.Me acuerdo que tomaste mucho fernet, y que me hablaste de política toda la noche. Me acuerdo que le decía a mi amiga que estaba rosqueando para robar alcohol, y me acuerdo perfectamente que era mentira. Y cómo olvidarme de la frase que me dio la certeza de que iba a pasar algo ese día: "Por favor, no interrumpas (a nuestra amiga) porque vos ya tenés un chongo". 
Me acuerdo de nuestro primer beso, me acuerdo que no dejabas de mirarme y de decirme que era linda, me acuerdo de que le ocupamos el asiento de atrás a tu amigo a la vuelta y que no parabas de darme besitos y acariciarme. Me acuerdo que me sentía un poco incómoda estando tan melosos con tus amigos ahí, pero también me acuerdo de lo mucho que me gustaba.

Recuerdo perfectamente el día que conocí tu casa, el día que fui a "tomar mate un ratito" porque tenía que cursar, me acuerdo que llegué  ami casa como a las 10 sin pisar la facultad y que vos dijiste que "tenías una complicación", apagaste el cel, y no fuiste al laburo. Me recuerdo acostada al lado tuyo mirandote, me acuerdo de tus abrazos y tus mimos, y me acuerdo de tu voz diciendome que me quede un ratito más.

Me acuerdo de mi sonrisa los días siguientes, y recuerdo haberme visto al espejo y decir "tengo la cara iluminada, y se me nota". Me acuerdo de haber pensado en que tenía q tener cuidado, pero en ese momento, a pesar de mi sonrisa, no era tan grave. Todavía pensaba un poco en viejos amores, todavía tenía viejas heridas muy abiertas, y sólo eras una escapada a otro mundo. Nada más.
Después vino el primer desplante, y la primera separación. No me dolió, lo juro. Fue un "bah, uno menos". Nada más. No hablamos por un tiempo, y de a ratos te extrañaba, pero más por la discusión política que por ninguna otra cosa. Eras mi único referente en ese momento, el único militante más o menos cercano, qué se yo. Eran alguien interesante,pero nada más.

Después vino el segundo acercamiento. Político de nuevo, esta vez político en serio. Yo quería militar, vos querías que yo milite, yo necesitaba un lugar donde expresarme y vos lo tenías. Complemento perfecto. Así fue que volví a vos, con una sed peronista increíble (para un peronista, no hay nada mejor q otro peronista). Y hablabas  así, tan convencido, y tan dirigente político que me morías de amor. Ahí sí que me gustaste, me gustó ver ese lado tuyo a pleno, me encantó ver cómo realmente pensabas, qué tan peronista eras. Igual, pensé que no quedaba  nada, que no tenía más chance, que lo nuestro había sido un touch and go de los más comunes y silvestres.

Después, un día, una de las chicas me preguntó si tenía algo con vos. Eso me sacó de mi eje (¿Tanto se nota?). Le dije que no, pero tan poco convencida que terminó de darse cuenta que sí, y me dijo que se notaba, y me empezó a hablar de cómo ella se había puesto de novia. Me dejó pensando,pero seguí creyendo q eran locuras mías (aunque un par de veces te descubrí mirándome).

Después un día volvió todo. Volvió el fuego, las cenizas se hicieron fuego de nuevo. Y ahí fue que cometí el error. Cometí el error de caer de nuevo, y el error de creer que ahora la cosa venía en serio. No sé por qué pensé eso. Pero estábamos mucho más cerca q antes, teníamos muchas más cosas en común. Sobre todo, vos me gustabas en serio ahora y pensé (pobre de mí) que yo a vos también. Qué tontera. 

Despues viene la historia que todos conocemos, y que no quiero volver a contar. No quiero sonar reiterativa. Pero hay algo que destaco. Después de que VOS me hiciste mierda, yo simplemente me dejé llevar y estuve con alguien cercano a vos con quien quizá no debí haber estado. Pero mi intención no era hacerte mal a vos, es decir, obviamente después de que a vos te chupara un huevo lo que yo sintiera, no pensé que te importaba lo que yo hiciera. Pensé que yo no te importaba,punto. Sin embargo, tu reacción me descolocó. Te enojaste ese día, y nunca más me dirijiste la palabra. Me ignoraste, me hiciste a un lado de tu vida de la manera más cruel, pero al mismo tiempo pienso ¿Por qué?. Si supuestamente éramos "amigos", por qué esa "venganza"? Entonces empecé a pensar que quizá un poco, y solo un poco, te importaba lo que yo hiciera o dejara de hacer. Sino ¿Qué necesidad había de tomar "represalias"?
Después abandoné esa idea, y me dije que simplemente te importaba tan poco que ni te ibas a esforzar en hablarme. Suena más lógico, no?

Pero hoy te vi. Y no sé, estuvo todo tan como antes, que ahora no sé qué pensar. Quizá de una vez por todas podemos ser amigos en serio, llevarnos bien pero nunca más nada. Aunque te escucho hablar y me derrito. Pero puedo disimular,no? Y vos? estás disimulando? De nuevo te descubrí mirándome, como en los viejos tiempos. Una o dos veces. Puede ser casualidad, estabas en frente mio en la mesa. Pero me mirabas mientras hablaban otros (claro que lo sé porque yo te miraba a vos). Y no sé vos, pero me puse nerviosa cuando te dijeron "mirá cuando encuentres a tu Evita". Intenté disimular, pero no sé si lo logré. Yo quiero ser tu Evita, yo quiero yo quiero. Y me puse nerviosa cuando te hablaron de mujeres, y me puse contenta al comprobar que no hay ninguna en tu vida, al menos ninguna dada a conocer todavía. Seguís solo y esperando a tu Evita que puedo ser yo. Y cuando llegué a mi casa y te fui a saludar y me pusiste el cachete y me dijiste "dame vos", aaaaaaaaaaah, las cosas que pensé. Pero no, hay que disimular en frente de los compañeros.
No sé, me hago mucho la cabeza porque hacía como un mes que no te veía, y se me vino todo encima. Y como siempre, qué mejor que escribir,no??

Pero hay una sola pregunta que me queda dando vueltas en la cabeza, que me da vueltas y vueltas.. ¿De verdad quedará ALGUNA ceniza ahí donde estuvo nuestro fuego?

5 comentarios:

  1. Para mí quedan unas cuantas cenizas eh.
    Yo me enganché con un peronista una vez y todavía cuando lo veo me quedo re pelotuda. Te entiendo al 100%.
    Algo le importas, eso seguro y cenizas quedan también !
    Un abrazo compañera!

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  2. Es la primera vez que comento, me encantó la historia y de verdad espero- y creo- que queden cenizas... los verdaderos amores son como el Ave Fénix.
    Un abrazo compañera! Hasta la Victoria (amorosa en este caso)

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  3. Ahora, la cuestión: ¿cómo encender esas cenizas? si sólo son cenizas la veo díficil. Hablemos de brasas que es más optimista.

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  4. Jajajaja, gracias por la buena onda compañeros ! pensé que les iba a aburrir una historia tan larga,pero tenía que escribirla jajaja

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  5. cielos,
    aún queda algo
    qé fuerte,
    aunque los sentimientos nunca mueren al 100%

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"Encuentro entre personas y por tanto, de subjetividades, las que se exploran, se invitan al diálogo -espacio de encuentro-y al final se pronuncian creándose mutuamente y así creando mundos completamente renovados". Ayudame con tu subjetividad a crear un mundo nuevo vos también (: