domingo, 16 de enero de 2011

Sobre la música y otras bellezas de la vida

He escuchado decir en muchas oportunidades, y por temas diversos que "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Siempre creí que un poco de razón tiene esa frase, y como no me gusta que eso sea así, cuando me doy cuenta que estoy actuando de esa manera busco cambiar de actitud. Empezar a valorar que tengo un techo, una familia, salud, comida todos los días, etc. De verdad, siempre lo hago, porque me parece injusto ser desagradecida, cuando en general, tengo todo lo que necesito para tener una vida feliz.

Ahora bien, nunca se me ocurrió agradecer por tener música; y cuando digo música, digo MÚSICA.O sea, cada uno tendrá sus gustos, y es lícito, pero es claro que cada uno considera música de verdad a ciertas cosas, y a otras "ruido con ritmo". En fin, nunca había pensado hasta qué punto la música es indispensable, hasta que se me rompieron los auriculares del celular. Una vez más, uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Ojo, yo siempre escuché música en casa , y no siempre necesité de auriculares. Pero cuando empecé a trabajar, sucedió que pasaba ocho horas escuchando la misma radio, que pasa una y otra vez los mismos... quince temas. Que además, no son de mi agrado musical, sino que están mucho más cerca a lo que yo considero "ruido con ritmo". Y cuando salía, no podía ni siquiera escuchar los temas que me gustan con mi celular porque no tenía auriculares (y claramente, no soy de las que ponen música a todo volumen en el colectivo).

De todos modos, no supe el grado de angustia que me generaba la ausencia de música hasta que no aguanté más y me compré los auriculares. Entonces me di cuenta hasta qué punto los había extrañado. Esa sensación de abstracción que genera la música, que te transporta a otro mundo, un mundo mucho más lindo y donde todo es más fácil de entender. Esas sensación de cargarte de energía positiva a  veces, calmarte cuando te tiene que calmar, y de movilizarte cuando lo tiene que hacer.

Ahora tolero mucho mejor la radio que sigue pasando los mismos quince temas, porque no es lo único que escucho en todo el día. Y si escucho afuera del trabajo uno de esos quince temas, ya no me dan ganas de llorar como antes, sino que me rio y lo canto (porque, claro! me sé la letra de principio a fin, con puntos y comas). Y estoy con un poco de mejor humor, de paso. 

No sé quién fue el primer ser humano que descubrió que combinando sonidos se podía crear algo hermoso, pero haya sido quien haya sido, y cuando haya sido... ¡GRACIAS!. De verdad, no sé qué sería de nosotros si esa persona no hubiera existido. Qué vida tan gris la vida sin música.

Un regalito, para los amantes de la buena música :)




Viajar y tenerte, viajar y encontrarte. Encontrarte en una piedra, en el mar, 
en el cielo despejado, en el estrellado también. 
Te encuentro donde voy, porque te siento donde voy.
 Te siento donde voy, porque te llevo conmigo,
 siempre conmigo. 
Sentir el corazón encogerse como cuando vez al amor de tu vida, 
y sentir la piel de gallina, y
 sentir quizá lágrimas caer,
 o una risa suelta 
que hace que todo el mundo se pregunte extrañado 
¿qué está pasando?.
Pero no importa, lo que importa es otra cosa.
Tenerte conmigo, siempre conmigo. 

2 comentarios:

  1. Hermosa la música :) embellece tanto la vida... igual que las demás formas del arte. Igual que embelleces vos la mía.

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  2. Eso de no apreciar lo que uno tiene hasta que lo pierde es terrible, sobre todo cuando una relación se desgasta y empiezan las idas y vueltas... Hubo vida sin música alguna vez???

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"Encuentro entre personas y por tanto, de subjetividades, las que se exploran, se invitan al diálogo -espacio de encuentro-y al final se pronuncian creándose mutuamente y así creando mundos completamente renovados". Ayudame con tu subjetividad a crear un mundo nuevo vos también (: