jueves, 16 de diciembre de 2010

Sobre las fiestas y los fines de año

A medida que uno crece, empieza a comprender ciertas cosas (en la jerga popular, suele llamarse "madurar"). Por ejemplo, yo recién este año comprendí por qué la gente suele estresarse a fin de año. Pues claro, no es sólo cuestión de decidir con quién pasar las fiestas, sacar cuentas acerca de si se come carne o pollo, o sacar trapitos familiares al sol ("yo lo quiero pasar con vos", "yo no quiero ir a la casa de tal, siempre tenemos que ir ahí", "no quiero que venga la familia de mi cuñado, ¡Si yo ni la conozco!", etc.), sino que también es un momento de cierres, de reflexiones, y entonces pareciera que a todo el mundo le urge una sola cosa: verse.

No es que me moleste juntarme, eh, me encanta ver a mis amigos, me encanta organizar fiestas de fin de año, me encanta terminar la actividad del año con un recuerdo o lo que sea. Pero uno termina cansado. De golpe, todos los amigos se acuerdan de uno, todos los grupos de pertenencia quieren organizar "una salidita", "una comidita" (sí, con "ita", como para hacerlo más familiar y menos estresante), y todos se van cansando, y entonces, el estado de ánimo se va alterando, y cada vez hay menos tiempo para preparar pan dulce, y cada vez hay menos plata para invertir en fuegos artificiales, y entonces llega el 31 de diciembre y todos exclamamos ¡Menos mal que ya pasó!.

Seamos creativos, che. Empecemos a hacer el balance de nuestra vida un poco antes, no sé, a mediados de noviembre; saldemos deudas; abramos una "alcancía para la fiestas" en septiembre para tener plata para el asadito (también con ito); no descuidemos nuestras amistades, digámosle a la gente que queremos que la queremos; terminemos las actividades "curriculares" antes de lo previsto; rompamos esquemas, básicamente. Así nuestras fiestas van a ser verdaderamente "noches de paz". He  dicho.

3 comentarios:

  1. Jamás podría haber visto esta ola de "nos vemos?" de viejas amistades como negativas. Es decir, me rompiste el esquemita que tenía en la cabeza. Y eso es lo que buscabas.

    Es verdad que todos los amigos se acuerdan de uno en diciembre, pero también uno se acuerda de todos sus amigos en diciembre. Ba, a mí un poco me pasa...

    un abrazo, arlequín

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  2. una buena idea es proponer hacer la cena en un pelotero, o que en vez de comer carne pongamos una pizza sola para 16 personas. los que logran comer una porción deben chuparle los pies a los que no comieron. digo, es una idea.
    ah, hola, soy cristian y estoy saliendo del agujero interior de mi blog. empecé a buscar otros para leer y encontré mucha mierda, pero también caí acá. espero que nos podamos seguir leyendo. ya te empecé a seguir.
    suerte!

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  3. Amén. Que bueno encontrar un alma que piensa como uno sobre tantas cosas, jaja. Nada más cierto.

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"Encuentro entre personas y por tanto, de subjetividades, las que se exploran, se invitan al diálogo -espacio de encuentro-y al final se pronuncian creándose mutuamente y así creando mundos completamente renovados". Ayudame con tu subjetividad a crear un mundo nuevo vos también (: